La rehabilitación del matrimonio
17 - Noviembre - 2009

La solución está en la Palabra de Dios y en Dios mismo: "Amor"

     En anteriores artículos, hemos comentado el pasaje de San Juan 2 v 1-12. La crisis que surgió en la boda de Cana, se solucionó porque Jesucristo estaba presente. Es un claro ejemplo para entender que si las crisis aparecen por la causa del alejamiento de las personas de Dios, la solución de la crisis es un acercamiento de las personas de Dios, tal y como dice Isaías 55:6-7: “Buscad al SEÑOR mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cerca. Abandone el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase al SEÑOR, que tendrá de él compasión, al Dios nuestro, que será amplio en perdonar”.

     Isaías 55:8-9 “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos--declara el SEÑOR. Porque como los cielos son más altos que la tierra, así mis caminos son más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.

     Un arrepentimiento sincero, reconocer el error, lamentar el error y actuar para corregir la situación, nos da la oportunidad de volver a Dios presentándole nuestra crisis y pidiéndole la rehabilitación. Jesucristo había sido invitado a la boda. Si no lo llamamos o si no lo invitamos, Él no viene. Dice el libro de Salmos, en el capítulo 40:1-5: “Al SEÑOR esperé pacientemente, y El se inclinó a mí y oyó mi clamor. Me sacó del hoyo de la destrucción, del lodo cenagoso; asentó mis pies sobre una roca y afirmó mis pasos. Puso en mi boca un cántico nuevo, un canto de alabanza a nuestro Dios; muchos verán esto, y temerán, y confiarán en el SEÑOR. Cuán bienaventurado es el hombre que ha puesto en el SEÑOR su confianza, y no se ha vuelto a los soberbios ni a los que caen en falsedad. Muchas son, SEÑOR, Dios mío, las maravillas que tú has hecho, y muchos tus designios para con nosotros; nadie hay que se compare contigo; si los anunciara, y hablara de ellos, no podrían ser enumerados”.

     Hemos visto como las crisis llegan de diferentes direcciones, pero la solución únicamente viene de una sola dirección: Jesucristo. Qué hermoso es cuando nos acercamos a Él en oración y le decimos: “Señor Tú eres mi única salvación, Tú tienes la solución”. Los discípulos contestaron de un modo parecido en Juan 6:67-69: “Entonces Jesús dijo a los doce: ¿Acaso queréis vosotros iros también? Simón Pedro le respondió: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Santo de Dios”.

     1. La presencia del Señor nos da la esperanza. Jesucristo ha sido invitado la boda.

     2. Su enseñanza nos da fe, confianza en Él. Él nos enseña solo cuando nosotros lo escuchamos y nos educa solo cuando lo obedecemos.

     3. La bendición de Jesucristo nos trae la reconciliación. Ninguna crisis se soluciona bien sin la intervención de Dios.

     4. El éxito en el matrimonio no consiste solo en encontrar la persona idónea, el éxito es: que tú seas la persona idónea. Muchos se preocupan en buscar la persona idónea en lugar de prepararse a sí mismos para ser una persona idónea. Así que la pregunta correcta a una persona casada no es si has encontrado la persona idónea sino; ¿eres tú una persona idónea en tu matrimonio? Casándote no vas a ser una persona mejor o peor sino que casándote, en el matrimonio vas a mostrar quien eres tú en realidad.

     Si una iglesia es el reflejo de como son las familias que la componen. No es el pastor quien demuestra cómo es una iglesia, sino las familias que compone esa iglesia. Las iglesias son tal y como son, porque las familias que la componen son como son. También las familias son así porque los que componen las familias son así. Y los que componen las familias son así, según vivan lejos o cerca de Dios.

     Conclusión

     Ningún matrimonio está exento de atravesar crisis, pero el éxito de cada matrimonio consiste es la rapidez con la que salen de las crisis. Y la solución la leemos en Isaías 55:6 Buscad al SEÑOR mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cerca. Abandone el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase al SEÑOR, que tendrá de él compasión, al Dios nuestro, que será amplio en perdonar. Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos--declara el SEÑOR”.

     Y en Jeremías 29:11-14: "Porque yo sé los planes que tengo para vosotros--declara el SEÑOR-- planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza. Me invocaréis, y vendréis a rogarme, y yo os escucharé. Me buscaréis y me encontraréis, cuando me busquéis de todo corazón. Me dejaré hallar de vosotros --declara el SEÑOR-- y restauraré vuestro bienestar”.

     Amen

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